12.12.08

La Navidad o esa época de consumismo compulsivo

Hoy, a 12 de diciembre, las calles están ya total y completamente impregnadas de Navidad. Si no me creéis, probadlo, salid. ¿Cuántos pasos daréis antes de ver un monigote de Papá Noel, un Rey Mago (bueno no, de éstos siempre veréis 3) o un letrero de led's luminosos con la palabra FELIZ NAVIDAD? ¿Cuántos? Apuesto a qué menos de 4.

Aunque, en realidad, la Navidad me gusta. Más que la Navidad, puede que me guste el espíritu navideño que el ambiente desprende. Ese sentimiento que nos hace sorprendentemente simpáticos, que nos impulsa a hacer colas y colas sin perder ni la compostura ni la sonrisa, pero si el sucio y vil metal. La gente se abriga, las bufandas se venden, el estrés aumenta y, sobretodo, las ventas de sal de frutas Eno y otros tipos de compuestos bicarbonatados efervescentes se disparan. Los días D se acercan.

Día 24

Tras una comilona que ni tú ni tu estómago olvidan, “tió, tió, caga Tió”. Ya nos ves, a toda la familia pegando compulsivamente con un palo a un tronco, para que de éste “salgan” (¿por qué orificio? os preguntareis) regalos y presentes para todos (los que se hayan portado bien, evidentemente). Mágico, sin duda.

Día 25

Si has sobrevivido a una posible sobredosis de sal de frutas, te espera el día 25 (el del “fum, fum, fum”). Más família, más besos, más comida, más sobremesa. ¿Y qué decir de esas sobremesas que duran hasta Nochevieja? Y siempre está el típico que comenta “Anda mira, si ya son las 8!” Y dudas. Dudas si son las 8 de la tarde o de la mañana del día siguiente.

Día 26

San Esteban. En grupos más reducidos, las unidades familiares se agrupan y se dedican a ingerir (sin hambre) las sobras que han quedado en el frigorífico de las dos jornadas gastronómico-familiares anteriores.


Ya véis, menudo panorama. Pero a todo el mundo le gusta la Navidad, ¿verdad? Empezando por mí (y por el amigo Peter)

De todo corazón. Feliz Navidad

1.12.08

Contigo no, bicho



Sin duda alguna, éste es uno de los vídeos más espontáneos y divertidos que he visto.

Carlos, el protagonista del vídeo, nos relata el rechazo de la tal "Chewaka" la noche anterior, entre sorbo y sorbo de agua. El cámara, otro colega, no puede contener la risa en la mayor parte del tiempo, al igual que el resto de los ocupantes de lo que parece ser un piso de estudiantes. Un argumento aparentemente mediocre, pero sorprendentemente genial.

Realmente fascinante, el monólogo humoristico-filosófico de Carlos, alias "el Bicho". Memorable su reflexión, memorables sus expresiones "hiiiiija de una hiena" o "tócate los cojones marilole"...

Mejor os dejo con el vídeo. A disfrutarlo

24.11.08

Gracias



Gracias. Pocas cosas puedo decir aparte de eso.

Ayer rocé la luz, esa luz que tantos temen. Y os puedo decir que sentí miedo, mucho miedo. Quién me iba a decir a mí que los quince minutos más largos de mi vida los pasaría a oscuras, buscando a tientas un teléfono móbil entre cristales rotos. ¿Dónde cojones está el puto móbil?, me repetía una y otra vez. Lo encontré, lo usé. Mientras esperaba, tuve la necesidad de pensar. "Creo que no me falta nada". Aparentmente, todo estaba en su sitio.

Cuándo vi a mi padre acercarse, corrí cojeando hacia él, buscando en su figura protección, seguridad. El niño que siempre llevaré dentro de mí salió, y lloré hasta no poder más, cómo bebé recién nacido, agarrando su cuerpo con toda la fuerza que me quedaba. "No sabes el miedo que he pasado, no sabes el miedo que he pasado..."

Algunos dicen que vuelves a nacer, y la verdad es que no van muy desencaminados. Qué feliz me sentí ayer, al poder volver a ver a mis seres más queridos, al poder hablar con ellos, al poder abrazarlos... Y hoy, al estar con mis amigos, al reír con ellos, al sentir que no estoy solo. Gracias, por darme otra oportunidad.

Las horas han transcurrido, todo, poco a poco, se va alejando. Pero estoy convencido de que ese instante, esos largos minutos, esa sensación, no la voy a olvidar nunca. Nunca.

20.11.08

De profesión: reidor

Peter, Brian, Stewie y Chris se reúnen en el comedor. Allí, Peter (como no) tiene la brillante idea de ofrecer el último trozo de tarta para aquel que tarde más en vomitar tras ingerir un buen sorbo de purgante. ¿Quién gana? La respuesta está a un solo click.



Ahora la pregunta es, ¿por qué me gusta tanto reír? Una sonrisa es capaz de hacerte olvidar todas las preocupaciones que tengas. Por un momento, éstas se desvanecen, dejan de existir, y tu únicamente te centras en la risa, en esa reacción biológica que exterioriza tu diversión.

Hace un rato, cuándo he terminado de cenar (que crudo me ha quedado el arroz, por cierto), he alargado el brazo para coger una manzana. Mientras estiraba mi extremidad, he tenido que apoyar mi mano en el mármol, que, ante mi repentina sorpresa, estaba lleno de aceite. Sí, el resbalón ha sido considerable. Y el trancazo contra el cajón también. Lo bueno de eso es que, tras acordarme de la madre del aceite, he reído. Químicamente hablando, he soltado una serie de endorfinas beneficiosas para el organismo (reducen el colesterol, favorece la digestión, reduce la glucosa en la sangre...) Si es que señores y señoras, lo tiene todo!

Por lo tanto, a reírse cojones, que no estamos tan mal, hombre!

12.11.08

Una de Zuco 103 y la leyenda del señor Liebherr

Las palabras, misteriosamente y sin saber por qué, me salen mejor escuchando Zuco 103.

Zuco 103 es un grupo formado el 1999 por un neozelandés, un alemán y una brasileña. Tal pupurrí lo culminan viviendo y creando en Amsterdam. Una de mis preferidas, Nunca Mais





Y hablando de nunca mais... Esta tarde quería trabajar, pero no puedo. Os habrá pasado: tu cuerpo está aquí, pero tu mente no quiere estar aquí, tu mente está lejos, muy lejos. Ahora mismo, la misma está haciéndose un montón de preguntas, como... ¿qué he hecho mal?, o, en su defecto, ¿qué no debería haber hecho? Y yo, aquí, rodeado de tópicos

Una leyenda urbana dice que si quieres olvidarte de una persona, la mejor solución es coger una fotografía suya y, ni más ni menos, meterla en el congelador. Únicamente os puedo decir que, en mi caso, me funcionó, hace un tiempo. Hoy, mi congelador tendrá otra inquilina. Rodeada de guisantes, varitas de pescado, un par de tupperwares y alguna que otra butifarra, no estará mal, ¿verdad?

Pero, como he dicho, es una leyenda. No se si serán las cosas del destino o si realmente el señor Liebherr tendrá algo que ver en ello...

Voy a, de nuevo, (intentar) trabajar

5.11.08

A robar carteras!

Cuándo veo al tipejo que aparece en el vídeo, más feo que una nevera por detrás, por cierto, haciendo el mono de tal forma, no puedo parar de reír. Puede que sea cierto, que realmente no tenga dinero para comer, pero mírenlo, el hombre no pierde ni la sonrisa ni el sentido del humor. Qué ortodoncia, por Dios, sin olvidar el sonido gutural que nos regala... Enorme



Qué arte, el hacer reír. Los talentosos en este arte a menudo lo son sin quererlo, sin practicarlo. Comediante se nace, no se hace. Pero bueno, no siempre hace falta ser un gran humorista para provocar las risas entre el gran público, basta con tener más morro que nadie. Y tener más morro que nadie es sinónimo de Rémi Gaillard, un controvertido marsellés digno de conocer.



Su página web oficial con todos sus vídeos: www.nimportequi.com

Aquí os dejo, con estos dos fenómenos del humor.

4.11.08

Qué difícil es

Mira que es complicado escribir el primer post de un blog. La verdad es que no pensaba que una página en blanco impresionara tanto, aunque fuese la primera vez. Pero como toda primera vez, seré breve.



Me hubiese gustado titular esta página Sam's Town, haciendo referencia a uno de los mejores CD's que nunca me he descargado. De hecho, éste me lo llegué a comprar.



Lo he dicho. Sería rápido. Aquí os dejo con The Killers, y su Sam's Town.