Una història de tren

Avui, quan tornava cap a casa amb el tren, he viscut una situació que trobo, si més no, peculiar. Després d’una ja típica demora per part dels nostres amics de Renfe, els quatre pintorescos individus que ens moríem de fred esperant hem divisat la llumeta capdavantera del ferrocarril. En vull tornar a fer menció: quina fred feia! “Y tu con esta chaquetilla de verano!”, em diria la meva iaia.

Un cop assentat “còmodament”, i just abans de posar-me a llegir i escoltar música, no he pogut evitar copsar bona part de la conversa que estava tenint lloc a poc menys d’un metre i mig de mi. Eren un noi i una noia. Ell vestia un tupé al més pur estil Rey del Rock. Ella, discreta però amb botes verdes. Quina contradicció. Doncs sí. Hi ha gent que a casa no té miralls.

Parlaven de cine. De películes que els agradaven. “Encara n’aprendré alguna cosa”, he pensat. Però no. Al contrari. Ni més ni menys, la maduixera (més curta que una escala d’agafar maduixes) ha recitat, per tots els ocupants del vagó, el final d’una película que van estrenar la setmana passada. “Pues sí! La fuí a ver y también me gustó mucho. La escena del final, cuándo _ _ _ y entonces él le cuenta lo de _ _ _. Pero no me esperaba que _ _ _ muriese!.” On coloco guionets és on hi aniria la informació clau. Jo no sóc un cabrón. Ella sí.

En aquell instant, tothom ha callat. El vagó ha quedat en silenci. Hi havia gent que parlava, però també han parat. Potser per què la noia ha cridat molt, o potser per què la cotillería és una de les característiques més comuns de l’ésser humà. En tot cas, la tensió es podia tallar amb un ganivet, i la noia en qüestió ho ha notat. Tota ella s’ha posat vermella. Fins i tot les botes.

Però bé, conyes o males cares apart, li hem d’estar agraïts... ens ha estalviat els 7€ que hagués costat l’entrada del cine. Gràcies!

P.D. No té res a veure, però per acabar, un nen com cal. Un adult hagués dit que estava mirant la tele, llegint, o escoltant música. Ell no.

Records d’un viatge a Etiòpia

Des que vaig tornar d’Àfrica, concretament d’Etiòpia, no hi ha setmana que no em miri de dalt a baix totes les fotos que allà vam fer. I que consti que no són poques.
Cada una de les imatges és un record, i de cada record en deriva un sentiment. N’hi han de molt divertits, d’entranyables, d’emocionants... Sobretot el minut en que vam conèixer el nou membre de la família Gutiérrez. “Quina cara de pillu que té”, vaig pensar el primer cop que el vaig veure. Amb la pell de gallina i contenint els sentiments, vam acostar-nos i vam fer-nos un tímid petó. És molt difícil descriure tot el que et passa pel cap en moments com aquell.

Aquest va ser un record increïble, però també n’hi ha un grapat que no ho són tant. Veure el somriure d’un nen que no té res és trist. Però veure el somriure d’un infant que no té res i l’has conegut, has estat amb ell, hi has jugat... ho és molt més. Cada una de les vegades que miro i remiro l’àlbum de fotos, tinc la sensació que no estic fent res per aquests nens. I aquesta impotència provoca una angoixa que desespera al més fort.

Però en aquestes estones és necessàri fer el cor fort, refredar el cap i disfrutar, sense pensar més del que cal, del preciòs somriure d’un nen etíop.

Oh kebab, kebab!

En el último mes, me gustaría saber cuántos de nosotros hemos caído, intencionadamente, en la trampa del paki del barrio y hemos consumido un kebab. Seguro que no seremos pocos. Y es que, ¿cómo resistirse a ese misterioso e insinuante rollo de carne que, aparte de girar sin cesar, es calentado por un radiador como el que tiene (y usa) la abuela del pueblo?

Irresistible. Barato. Rápido. Saludable. Ehem... dejémoslo en irresistible, barato y rápido, ya que según unos especialistas británicos (joder, muy aburrido se tiene que estar para investigar el nivel calórico de un döner) un kebab contiene 1000 calorías, el doble que un Big Mac. Pero no sé vosotros, pero yo veo a los turcos más delgados que a los estadounidenses...

Y además (ojo al dato) el 35% de ellos están formados por carnes distintas al pollo, cordero o ternera. Por lo tanto, si en mi barrio hay 4 paki’s y los he provado todos, hay un 100% de posibilidades que, sin saberlo, le haya pegado un buen mordisco a un pedazo de carne de musaraña, por lo menos. Pero qué coño, la musaraña acompañada con ensalada y salsa blanca es un manjar exquisito.

Por cierto, ¿sabíais que también existe el kebab de pescado? A pesar de las calorías, se me hace la boca agua...

El gran Xavier Horcajo o el vídeo de la becaria

Tras un par de semanas sin actualizar, ahí va la décimo tercera.

Y hoy dedicada a Xavier Horcajo, periodista de profesión, facha asqueroso de vocación. El señor Horcajo es director de la cadena de televisión Intereconomía, de ideología ultra conservadora.

Remontémonos al 31 de enero de 2009. Ese día, Intereconomía recibió vía email un vídeo (aparentemente casero) en el que aparecía el Gran Wyoming bociferando insultos y tratando francamente mal a una becaria de su programa. Evidentmente, la cadena agradeció al emisor tal exclusiva mundial y, sin previa comprovación de su veracidad, emitió en directo la filmación. Su intención era clara: desprestigiar a la Sexta. El resultado, contrariamente, fue el inverso: Intereconomía quedó en ridículo ante el cachondeo del Wyoming y todo su equipo.

Todo periodista debería ver ocasionalmente algun programa de la parrilla de Intereconomía. "Más se perdió en Cuba", "El gato al agua", quieren ser espacios "periodísticos", pero a su lado, "Pasión de Gavilanes" parece una serie de culto.

A día de hoy, no entiendo como señor Horcajo no está en la calle. Por si le interesa, creo que en el supermercado de mi barrio necesitan personal.

Heineken, "Walk in fridge"

Dicen que hacer un buen anuncio no es nada fácil. Eso decía Ullod, Anna Ullod. Y no se equivocaba. Lograr que guste, que tenga gancho, y sobretodo que consiga que te sientas identificado es difícil. Pero Heineken, con su último spot, lo ha conseguido.

Los ingredientes del anuncio no son unos grandes efectos especiales, ni un presupuesto descomunal. Pero eso sí, con un argumento de lo más común y un casting de actores brillante. Y un guiño a todo el colectivo de cerveceros, del que me siento un miembro activo. Cuántos habrán pensado "Quién tuviera una habitación así..." Pero por encima de todos, destaca el chico rubio que se emociona. Me río de Sean Penn, último ganador del Oscar al mejor actor.

Y... como no, los teleadictos de APM aprovecharon la ocasión para parodiar el divertido anuncio. No adelanto nada. Merece la pena

El estudiante, el mosso, y la porra

"El estudiante, el mosso, y la porra". Un título de fábula, al más puro estilo "El zorro y el cuervo" o "El león y el ratón". Y con moraleja y todo.

Hoy la mecha se ha encendido. Desde hace meses el movimiento estudiantil se alzó contra el Plan Bolonia, y esta mañana los altos cargos han dicho basta. Y lo han dicho alto y fuerte. Los Mossos d'Esquadra han protagonizado imágenes espeluznantes, a la par que impactantes. Más propias de un filme de acción norteamericano o de la era franquista.

Yo personalmente nunca me he implicado en esta lucha, pero no por eso me quedo al margen. El comportamiento de los Mossos ha estado completamente fuera de sitio, persiguiendo a los estudiantes como si fueran terroristas y pegando porrazos contra todo lo que se ponía por delante. Hasta un pobre niño de 10 años ha recibido. Bravo, Mossos.

Las imágenes hablan por sí solas. Y una cosa está muy clara: la mecha se ha encendido, y cuándo eso sucede o se apaga, o explota.

Boluda, Del Nido o la estupidez presidencial

Boluda y Del Nido. Dos hombres, dos presidentes, dos mentes ignorantes y pedantes, muy pedantes. Aunque en los dos casos, han pagado su pedantería, y de qué manera...

Vicente Boluda, sustituto de mi amigo Ramón Calderón, nunca se ha caracterizado por ser un hombre muy inteligente. ¿Qué necio se atreve a heredar la presidencia de una entidad que va a la deriva, tras haber perdido a su entrenador y presidente? La respuesta está clarísima: BO-LU-DA. Él fue el elegido para redirigir la situación, juntamente con Juande Ramos (que curiosamente empezó dirigiendo al filial del eterno rival, el Barcelona. Pero todos sabemos que la pela es la pela, ¿verdad Juande?) Pero no nos desviemos...

El día antes que el Real Madrid recibía al Liverpool en la ida de los octavos de final de la Champions League, el bueno de Vicente fue invitado a un radio (la COPE), y a causa de su ya mencionada ignorancia, dijo esto:



En este vídeo se aprecia su carencia de materia gris. Ojo al momento cuándo el periodista (si es que a un trabajador de la COPE se le puede llamar así) le empieza a formular preguntas sobre los títulos que ganará el Madrid. Estoy convencido que Vidente Boluda respondería que sí hasta a la pregunta ¿Cree usted que van a ganar la liga escocesa? "Pues... seguramente", sería su respuesta.

El pronóstico de Boluda: 3 a 0 El resultado final: 0 a 1 Total: -4

Otro que no se queda corto es José María del Nido, presidente del Sevilla desde 2002. El caso del dirigente andaluz fue aún más absurdo, ya que, como mínimo, Boluda no tenía mucha fe en lo que decía. Pero del Nido sí.

Contexto: Vuelta de las semifinales de la Copa del Rey.

Resultado en la ida: Sevilla 2, Athletic de Bilbao 1.

Y ni pincho ni corto, a este maestro de la pedantería no se le ocurre nada más que decir : "Nos vamos a comer al león", refiriéndose a la afición bilbaína, caracterizada tradicionalmente por un fiero león. Recapacitemos, señor del Nido... Si ya de por si los jugadores y la afición del Athletic iban a estar hiper-motivados jugando en su feudo, solo faltaba que el impresentable del presidente rival provocara de esa forma...

El pronóstico de del Nido: "Nos comeremos al león" El resultado final: 3 a 0 Total: "Del Nido cómeme el rabo" (ver vídeo)

En momentos como estos, se agradece el hecho de tener un presidente que, cuándo tiene que estar callado, lo esté. Señores Boluda y del Nido, esperemos que hayan aprendido la lección, ya que como decía mi profesora de matemáticas... Calladito estás más mono, Sam.

Nos deja Pepe Rubianes

Nos deja Pepe Rubianes. El actor y director teatral ha muerto esta mañana a los 61 años de edad, a causa de un cáncer pulmonar que arrastraba desde hacía cerca de un año.

Decir Rubianes es decir humor, es decir desparpajo, jeta, tacos... Pero sobretodo risa, mucha risa. Y es que Rubianes, desde que por primera vez subió a un escenario, no ha bajado de él.

Rubianes era un genio. Con unos guiones mediocres era capaz de desatar la locura entre su público. Mediante un lenguaje atrevido y sin pelos en la lengua, los espectadores se dejaban llevar por su arte y hacían crecer al actor, amo y señor del teatro.

Esté donde esté, estoy convencido que Rubianes continuará rajando de todo el mundo. De bien seguro seguirá cagándose en la puta y cascándosela como un mono por cada esquina. Al más puro estilo Rubianes.

Pepe, como un espectador más y un seguidor como cualquier otro, me gustaría darte las gracias. Por ir un poco más allá, por ponerle ese pellizquito de sal y pimienta a la vida, y no sólo eso, sino por transmitir esa idea y contagiar a todo tu público. Rubianes, solamente

LA GRAN PARTIDA (o cómo se hizo)

3 amigos delante de la cámara, dos detrás, un par de americanas y un chaleco al más puro estilo tirolés. Lo mezclamos todo y le añadimos un toque de humor procedente de Rubí, Matadepera, Manresa, Moià y Sant Andrés Salou y... Aquí tenéis el resultado.

Y es que la calidad y eso a lo que los franceses apodan "savoir faire" se esconde en los lugares más recónditos del planeta.