
Nos deja Pepe Rubianes. El actor y director teatral ha muerto esta mañana a los 61 años de edad, a causa de un cáncer pulmonar que arrastraba desde hacía cerca de un año.
Decir Rubianes es decir humor, es decir desparpajo, jeta, tacos... Pero sobretodo risa, mucha risa. Y es que Rubianes, desde que por primera vez subió a un escenario, no ha bajado de él.
Rubianes era un genio. Con unos guiones mediocres era capaz de desatar la locura entre su público. Mediante un lenguaje atrevido y sin pelos en la lengua, los espectadores se dejaban llevar por su arte y hacían crecer al actor, amo y señor del teatro.
Esté donde esté, estoy convencido que Rubianes continuará rajando de todo el mundo. De bien seguro seguirá cagándose en la puta y cascándosela como un mono por cada esquina. Al más puro estilo Rubianes.
Pepe, como un espectador más y un seguidor como cualquier otro, me gustaría darte las gracias. Por ir un poco más allá, por ponerle ese pellizquito de sal y pimienta a la vida, y no sólo eso, sino por transmitir esa idea y contagiar a todo tu público. Rubianes, solamente
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